PARMÉNIDES
Parménides distinguió entre el camino de la verdad- por el que es posible avanzar gracias a la razón- y el camino de la opinión- por el que nos llevan los sentidos-. Estos nos engañan al mostrarnos múltiples seres en continuo cambio. Gracias a la razón, podemos descubrir el ser y liberarnos de las apariencias. No solo separó el conocimiento sensible del intelectual, sino que identificó el ser con el pensar.
GORGIAS
Gorgias sostuvo un escepticismo extremo. Para él, nada existe y, en el caso de existir algo, no podemos conócelo y, en el caso de que podamos conocerlo, no podemos comunicarlo.
Redujo el pensamiento a lenguaje que, al carecer de significado y de referencia a lo real, se convierte en elemento de manipulación.
PLATÓN
Sostuvo la existencia de dos grados de conocimiento.
*Por un lado, el conocimiento sensible nos muestra un mundo en constante cambio y no nos da a conocer lo que es la realidad. Este conocimiento es fuente de opinión.
*Por otro, el conocimiento racional nos permite alcanzar el mundo de las ideas y de él obtenemos la ciencia. De este modo, podemos llegar a las ideas sin pasar por la experiencia sensible.
Entender es, para Platón, el despertar del alma a un conocimiento que ya poseía antes de unirse al cuerpo.
ARISTÓTELES
Conocer es poseer el objeto conocido de modo intencional e inmaterial, por lo que este remite a una realidad que trasciende al sujeto que conoce. Distinguió entre el conocimiento sensible y el conocimiento intelectual. Este último es exclusivo del ser humano, aunque, frente a Platón, sostuvo que necesita partir de los datos de los sentidos. La inteligencia del ser humano puede alcanzar lo universal y está abierta a la totalidad de lo real.
Las tres operaciones de la inteligencia humana son la simple aprehensión, el juicio y el razonamiento. La elaboración de juicios y razonamientos hace posible el conocimiento ordenado y sistemático de la ciencia.
SANTO TOMÁS DE AQUINO
Como Aristóteles, consideró que el conocimiento es inmaterial, intencional e inmanente. También distinguió entre conocimiento sensible e inteligible, aunque ambos forman parte de una unidad. El primer contacto con la realidad se lleva a cabo a través del conocimiento sensible, que se divide en dos niveles: los sentidos externos y la sensibilidad interna. El conocimiento intelectual está compuesto por la simple aprehensión que abstrae el concepto universal en el conocimiento de los individuos particulares; por el juicio, que atribuye propiedades a un objeto, y por el raciocinio, que permite pasar de una verdad conocida a otra de forma deductiva.
Definió la verdad como la adecuación entre el entendimiento y la cosa. La noción de verdad añade una característica a la existencia de una cosa: su reconocimiento por parte de un ser inteligente.
GUILLERMO DE OCKHAM
Las cosas carecen de entidad, no tienen esencia; simplemente, están ahí. En consecuencia, no es posible conocer racionalmente las causas ni los principios de la realidad. Solo podemos conocer la realidad singular y concreta. Diferenció entre conocimiento intuitivo y conocimiento abstractivo. El primero percibe una cosa concreta como existente o no existente de forma directa e inmediata, así como las relaciones entre las cosas individuales. El segundo pone entre paréntesis (abstrae) la existencia o no de lo singular. Se trata de un conocimiento confuso, pues, al abstraer, no podemos saber si las cosas que pensamos existen fuera de nuestra mente. Los conceptos universales son signos cuya existencia solo se da en el entendimiento.
DESCARTES
Defendió la capacidad de la razón de acceder a un saber universal, necesario y evidente. Frente al empirismo, consideró la razón como única fuente de conocimiento válido y la que funda la verdad, ya que la experiencia es fuente de error. La conciencia puede salir de sí misma y conocer la realidad tal como es. La verdad se reduce a certeza, es decir, a un simple estado subjetivo de seguridad en la propia razón. El acceso a un saber universal y necesario exige un método, semejante al matemático, que guíe a la razón hacia la certeza. La búsqueda de la certeza debe partir de la duda, que es metódica y provisional.
HUME
Según Hume, el conocimiento sensible es la única fuente de conocimiento. Solo conocemos nuestras percepciones, hechos de la conciencia que experimentamos en nosotros mismos. Consideró que las ideas son solo impresiones o copias de impresiones. Frente a los racionalistas, rechazó que se pueda acceder racionalmente a la existencia de un mundo exterior distinto de las percepciones del sujeto. No es posible, por lo tanto, un conocimiento de validez universal. El único criterio de verdad solo puede ser la evidencia sensible.
KANT
Propuso una vía intermedia entre el empirismo y el racionalismo. Como el empirismo, afirmó que todo nuestro conocimiento se origina en la experiencia. Sin embargo, según Kant, sobre ese contenido que procede de la experiencia opera la actividad espontánea del sujeto mediante unos principios que están en él ya antes de recibir las sensaciones. Como el racionalismo, Kant sostuvo que en la mente hay conceptos innatos. Y la consecuencia es que no conocemos la realidad tal como es en sí misma, sino solo como se nos manifiesta, filtrada a través de esas estructuras o principios innatos del sujeto.
COMTE Y EL CÍRCULO DE VIENA
Para Comte, “conocimiento verdadero” era igual a “conocimiento científico”. Los saberes que pretendan ir más allá de la experiencia externa son saberes sin sentido: el límite del saber coincide con el límite de la observación de los hechos. En esta línea, para el neopositivismo, el único criterio de verdad es el principio de verificación: solo es posible conocer el significado de una proposición si se sabe cómo se puede verificar, es decir, si cabe determinar el conjunto de experiencias que permiten que la percibamos como verdadera (su valor de verdad)
HUSSERL
La filosofía de Husserl es una reacción al positivismo. Afirmó que percibimos objetos reales, pues las cosas se manifiestan a la conciencia tal como son. Para lograr un conocimiento objetivo de la realidad, es preciso despojarse de todos los prejuicios e interpretaciones meramente subjetivas. La razón es capaz de descubrir, mediante la abstracción, lo que de esencial y universal hay en los fenómenos particulares. De hecho, su lema es “ir a las cosas mismas”: a partir de la observación atenta, conocer lo que las cosas son en su puro y simple presentarse a la conciencia.
GADAMER
También rechazó el positivismo, pero consideraba, frente a la fenomenología, que todos los prejuicios e interpretaciones subjetivas son inevitables y que es preciso tenerlos en cuenta para saber cómo funciona el conocimiento humano. La conciencia nunca está aislada, sino en medio del devenir histórico, el contexto social y el universo lingüístico del que forma parte. Por eso, buena parte del sentido que el ser humano encuentra u otorga a lo que observa o le sucede depende de la educación que ha recibido, los intereses que comparte, los grupos sociales a los que pertenece, etc.
ORTEGA Y GASSET
El modo en que conceptualizamos lo que percibimos influye en la manera en la que juzgamos y razonamos. Pero, además, también influyen en nuestro conocimiento la situación en la que nos encontramos y el contexto cultural al que pertenecemos. Todo conocimiento humano tiene lugar desde la propia perspectiva, lo cual no significa que sea falso, sino que es limitado y abierto a ser completado por futuras experiencias y por los conocimientos de los demás. Ortega pretendió, así, superar tanto el relativismo como el racionalismo. Frente al primero, defendió la existencia de una verdad universal; frente al segundo, la multiplicidad y el dinamismo de la vida.
(AA.VV. Filosofía. BA Código abierto. Editorial Casals. Barcelona. 2022)