Esto es sólo una propuesta para reflexionar sobre la actualidad del pensamiento aristotélico.
- Globalización y redes sociales.
Si hay en el mundo contemporáneo un hecho que le pueda dar razón a la teoría de Aristóteles es el fenómeno de la globalización. Aristóteles defendía que el hombre es un ser social por naturaleza, que necesita de la sociedad para poder desarrollarse como tal, que depende de la naturaleza para que sus capacidades, sus potencialidades, puedan salir a flote. No concebía la posibilidad de un hombre aislado, puesto que en tal caso se asemejaría más a una bestia o a un dios. Pues bien: la globalización afianza más el concepto de ser social en el ser humano contemporáneo. El hecho de que el mundo, a través del uso de las nuevas tecnologías, se haya empequeñecido y haya entrelazado a millones de personas pone de manifiesto esta necesidad innata de sociabilidad que cada día se extiende más y más.
Las redes sociales, que otrora eran locales, se han expandido de manera universal con la llegada en tromba de Internet, demostrando que la necesidad de sociabilidad siempre está presente en el ser humano. A pesar del individualismo contemporáneo, el ser humano sigue siendo un animal social; este animal social se pone de manifiesto a través del uso y expansión de las nuevas redes sociales.
Para Aristóteles, el hombre necesitaba vivir en sociedad porque solo así sobreviviría; la sociedad actual globalizada desarrolla un sistema de producción e intercambio de bienes que intenta aportar, por medio de la cooperación, todo lo necesario para que cualquier persona pueda acceder a los beneficios de esta globalización.
(Ruiz Sánchez J.C. Historia de la Filosofía. Bachillerato 2. Andalucía y Canarias. Editorial Mc Graw Hill. Madrid. 2013)