Asociación: conexión de ideas simples, realizada por la imaginación, para formar ideas complejas. Hume estableció tres reglas de asociación: semejanza, contigüidad y causalidad.
Causa: conexión que suponemos necesaria entre dos objetos o eventos. Para Hume, esta idea de conexión no se da en la realidad, sino solo en el pensamiento.
Contradicción: el principio de no contradicción determina que no se puede afirmar y negar a la vez, y es el fundamento de la verdad en las relaciones de ideas. Sin embargo, se puede decir lo contrario a una cuestión de hecho sin incurrir en contradicción.
Contrato social: doctrina política que sostiene que la sociedad nace por un pacto entre individuos libres. Hume indicó que no hay experiencia de este pacto y que el verdadero origen de la sociedad es un acuerdo implícito entre individuos, por las ventajas que esta les reporta.
Creencia: conocimiento cuya seguridad se basa en la confianza. En el caso de las leyes científicas, creemos en ellas porque la inducción y la causalidad las hacen probables, pero no nos aportan certeza absoluta.
Crítica: rechazo o reprobación de algo. Hume fue crítico con la metafísica racionalista, particularmente con las ideas de sustancias y causalidad.
Deber: obligación que procede de un sentimiento positivo. El deber no proviene del ser, sino de la pasión o el deseo de realizar una acción porque resulta agradable y útil.
Escepticismo: doctrina que afirma que la verdad no existe o que es imposible conocerla. Hume se consideró escéptico porque, según él, no podemos trascender nuestras propias percepciones.
Experiencia: conocimiento adquirido a través de los sentidos. Los empiristas redujeron el conocimiento humano a la experiencia sensible.
Felicidad: aquello que se persigue con los deberes morales. Hume entiende la felicidad como placer, gusto o bienestar.
Hábito: costumbre adquirida por repetición de actos. Según Hume, la imaginación produce la idea de causalidad porque habitualmente percibimos juntos dos objetos y pensamos que siempre será así.
Idea: percepción poco intensa, “copia” o derivación de una impresión, producida por la imaginación y la memoria.
Impresión: percepción intensa, fuerte y vivaz.
Inmanencia: hecho de estar encerrado en uno mismo. Así, el principio de inmanencia expresa que el objeto conocido está encerrado dentro del sujeto cognoscente y solo existe ahí. Por el contrario, el vocablo trascendencia denota que existe algo más allá del cognoscente.
Libertad: ausencia de coacción o violencia para actuar.
Mérito: virtud o bien que se atribuye a una acción, o a quien la realiza, porque provoca un sentimiento de aprobación en la mayoría de las personas.
Percepción: hecho de conciencia que experimentamos en nuestro interior; vivencia interior que resulta de una impresión sensible.
Sentimiento: impresión de reflexión que deriva de otras impresiones o ideas. El sentimiento, no la razón, es el criterio de moralidad.
Simpatía: inclinación a compartir los sentimientos o estados de ánimo de los otros. Este término tiene su origen en la palabra griega simpázeia, que significa “comunidad de sentimientos”.
Utilidad: aquello que puede proporcionar felicidad a la mayoría de las personas y que, por tanto, es causa del sentimiento moral positivo.
(AA.VV. 2Historia de la Filosofía. Editorial Casals. Barcelona 2016)